María Santísima de Candelaria
Así como su historia, es conocida tanto como Virgen de gloria en el archipiélago canario, especialmente en Tenerife, siendo patrona de la Comunidad autónoma de Canarias, y más cerca nuestra en la localidad malagueña de Colmenar de la que es patrona, como también como imagen de Virgen dolorosa en muchas ciudades españolas. Al igual que sucede con la imagen de Jesús de Medinaceli, en la capital malagueña no existe un referente mariano con este nombre que ocupe un lugar en nuestra Semana Santa.
Tras la procesión del año 2005 se plantea un proyecto muy ambicioso, la realización de la imagen de María Santísima de la Candelaria, que también es tallada por Israel Cornejo Sánchez, y es bendecida el 5 de febrero de 2006 en la Parroquia de San Pío X en Málaga. Fueron padrinos de bendición la Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de la Candelaria de Sevilla, así como la Banda de Cornetas y Tambores “Lágrimas de San Pedro”.
San Lucas 2:22;34
Se trata de una imagen realizada en madera de cedro policromada, que posee brazos articulados y policromía nacarada, con veladoras al óleo y pátinas de origen natural. Presenta los ojos de vidrio muy enrojecido por el llanto y ribeteado de negro en el interior de los párpados. Las pestañas son naturales en su parte superior y pinceladas sobre el material las inferiores. Como recurso realista, lleva cinco lágrimas de cristal en sus mejillas. La cabeza de la efigie aparece levemente ladeada hacia el lado izquierdo. Su semblante es juvenil e idealizado, con las cejas rectas y alargadas, el entrecejo fruncido para reflejar su a angustia, la nariz recta y de abiertas aletas, hoyuelo en el prominente mentón y los carnosos labios entreabiertos, dejando ver la lengua y la dentadura afanosamente talladas. La mascarilla de la Virgen queda enmarcada por una cabellera esculpida en madera, sesgada al centro y organizada en ondulantes mechones. El cuello es esbelto y sus músculos presentan una fuerte contracción como consecuencia de la aflicción de María. Las manos se hayan abiertas con los dedos flexionados.
La imagen que encarna a la Madre de Jesús, María Santísima de la Candelaria, recibe esta advocación en alusión al momento en que la Virgen María, una vez cumplidos los días de la purificación, según la Ley de Moisés, fue al Templo a presentar al niño Jesús. Allí también llegó Simeón, y cogió al niño en brazos y le dijo: “Será la Luz que ilumina a los gentiles y gloria para su pueblo Israel y a ti María una espada te atravesará el alma” (San Lucas Capítulo II Versículos 22 al 35).
De ahí que la Virgen de la Candelaria debe llevar en los actos principales de la Cofradía un puñal en su pecho y un manto de color rojo en alusión al fuego de la candelaria.
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.